El colegio de las niñas ya no imparte clases, las cunas están vacías y las habitaciones yacen en silencio, pero sus paredes y rincones son toda una experiencia visual y sensorial para los que tenemos ocasión de visitarlo.
Pocos son los lugares que podemos encontrar tan intactos y cuidados como éste, así que no hay mejor forma de compartir la experiencia que mostrando imágenes.