BDM vuelve a emprender la marcha hacia un gran palacete renacentista del siglo XIII, propiedad de poderosas familias adineradas que llegaron a relacionarse con la realeza.
La belleza arquitectónica del edificio es indudable, y se realza mediante arcos y pilares que recuerdan a los patios de los antiguos claustros.
La planta baja consta de varias galerias, lo que parece una "cochera" , los establos, las bodegas y un bonito patio con arcadas y un pozo. Junto al pozo, una escalera lineal que nos conduce a la planta superior, distribuida mediante un pasillo decorado con arcos que reposan en bonitos capiteles octogonales. A ambos lados del pasillo encontramos grandes salas y numerosas habitaciones, que en su época de esplendor albergaron a varias familias.
Lo que más nos fascinó, sin lugar a dudas, fue la capilla neorománica que encontramos al abrir la puerta de una gran sala con chimenea. La iglesia está muy bien conservada, es algo que nos alegra profundamente, y a lo que por desgracia no estamos acostumbrados. El altar es muy sencillo y se encuentra presidido por una gran cruz, esto es lo primero que vemos al entrar. En los laterales hay más arcos con bonitos capiteles decorados, y varias ventanas por las que ya no entra la luz exterior, alguien se ocupó de tapiarlas.
Grandes personalidades las que vivieron entre estas paredes, grandes hazañas las que protagonizaron, y un poquito de historia de sus vidas quedó en nuestro recuerdo, al igual que en el de este precioso palacete.