La primera referencia histórica de la Puda tiene fecha en 1718, cuando el doctor Salvador hizo el primer análisis químico de las aguas, aguas de naturaleza sulfurosa sódica que salen a 32 ºC y que empezaron a brotar del subsuelo desde el siglo XVIII, a raíz de un terremoto.
En 1818 se empezaron a usar estas aguas con fines medicinales, y en 1829 se comenzaron a construir dos edificios, uno a cada lado del rio, bajo la dirección facultativa del médico Antoni Coca i Rabassa y la colaboración de Salvador Garriga, el cual se suicidó por motivos económicos. Su hermano continuó las obras, asociado con Francesc Castells y Francesc Pedrosa.
En 1834 los edificios se pusieron en funcionamiento, pero no tuvieron en cuenta la baja altura de la construcción y fueron arrasados por las riadas de los años 1842 y 1843.
El año 1845, el psiquiatra Antoni Puyadas i Mayans compró los edificios y los terrenos en colaboración con Josep Oriol Negrevernis, con intención de restaurar el balneario y crear un manicomio, pero surgieron conflictos entre los socios y no se llevó a cabo.
El balneario se amplió a finales del siglo XIX, y a principios del siglo XX se puso de moda entre la burguesía barcelonesa, pero una fuerte crecida del rio lo volvió a destrozar en 1958 y cerró definitivamente sus puertas.
Raquel Martínez Gutiérrez
Óscar Escobar
1 comentario:
Muy buenas las fotos! El lugar es una pasada, cuando estuve con mi compañera disfruté como un enano paseando por todo el edificio y los alrededores, lástima del estado actual... Por cierto ¿todavía están los dos cerdos enjaulados? Un saludo compañeros!
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