El día 1 de noviembre, festividad de todos los santos, nos dirigimos hacia un conocido cementerio
de nuestra ciudad, a experimentar en su osario. De aspecto imponente, y de un tamaño bastante considerable, practicamente ocupa todo lo que es perimetro del cementerio, aunque esta tapiado hacia la mitad mas o menos. La malloría de nichos no tienen nombre, ya que es donde van a parar los restos de los "olvidados" y se convierten en números. En nuestra experimentación, pudimos recoger abundantes psicofonias, muchas de ellas de gran calidad de contenido y claridad. Y en una ocasión escuchamos una voz insitu, dejandonos mensajes con inteligencia. Aquí teneis nuestro video completo y su galería fotografica.
