martes, 22 de agosto de 2017

EL PALACETE DE LOS ARCOS

  BDM vuelve a emprender la marcha hacia un gran palacete renacentista del siglo XIII, propiedad de poderosas familias adineradas que llegaron a relacionarse con la realeza.
  La belleza arquitectónica del edificio es indudable, y se realza mediante arcos y pilares que recuerdan a los patios de los antiguos claustros.
  La planta baja consta de varias galerias, lo que parece una "cochera" , los establos, las bodegas y un bonito patio con arcadas y un pozo. Junto al pozo, una escalera lineal que nos conduce a la planta superior, distribuida mediante un pasillo decorado con arcos que reposan en bonitos capiteles octogonales. A ambos lados del pasillo encontramos grandes salas y numerosas habitaciones, que en su época de esplendor albergaron a varias familias.
  Lo que más nos fascinó, sin lugar a dudas, fue la capilla neorománica que encontramos al abrir la puerta de una gran sala con chimenea. La iglesia está muy bien conservada, es algo que nos alegra profundamente, y a lo que por desgracia no estamos acostumbrados. El altar es muy sencillo y se encuentra presidido por una gran cruz, esto es lo primero que vemos al entrar. En los laterales hay más arcos con bonitos capiteles decorados, y varias ventanas por las que ya no entra la luz exterior, alguien se ocupó de tapiarlas.
  Grandes personalidades las que vivieron entre estas paredes, grandes hazañas las que protagonizaron, y un poquito de historia de sus vidas quedó en nuestro recuerdo, al igual que en el de este precioso palacete.


domingo, 7 de mayo de 2017

El colegio de las niñas

  El colegio de las niñas ya no imparte clases, las cunas están vacías y las habitaciones yacen en silencio, pero sus paredes y rincones son toda una experiencia visual y sensorial para los que tenemos ocasión de visitarlo.
  Pocos son los lugares que podemos encontrar tan intactos y cuidados como éste, así que no hay mejor forma de compartir la experiencia que mostrando imágenes.


martes, 28 de febrero de 2017

Hotel Timberline

  Tras sus puertas cerradas se guardan los secretos de incontables destinos humanos, ahora adueñados por el silencio, la oscuridad y la mugre.
  Ya no tendremos ocasión de pedir una habitación, ya no nos servirán la comida, pero seremos testigos de su abandono y decadencia, todo tiene su encanto.



viernes, 18 de noviembre de 2016

MINAS DE MAZARRÓN

  Bdm se pone en marcha de nuevo para visitar, en esta ocasión, una antigua explotación minera situada en el municipio de Mazarrón, en la región de Murcia.
  Enmarcada en un paraje árido y desolador se encuentra la vieja explotación, símbolo de una etapa en la que la industria minera se encontraba en gran auge. La actividad en las minas comenzó en el siglo XV y se alargó hasta el siglo XX, cuando su riqueza mineral acabó agotándose.
  En la zona se encuentran varios pozos de acceso a las galerías, donde los trabajadores accedían descendiendo en pequeñas jaulas. Algunos de esos pozos alcanzan los 600 metros de profundidad, y la proximidad al mar los hacía sumamente peligrosos, ya que algunas galerías sobrepasaban el nivel freático del mar y en ocasiones quedaban totalmente inundadas.
  Las medidas de seguridad en aquella época brillaban por su ausencia, y se registraron miles de accidentes entre la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, tiempos en los que ya se realizaban estadísticas oficiales. De media, cada año morían entre 40 y 50 mineros. La deficiente preparación de las galerías, las inundaciones causadas por acuíferos subterráneos y las explosiones, ya fueran de origen "natural" o causadas por barrenos, provocaban accidentes constantemente.
  De todos los siniestros documentados, destaca uno ocurrido el 16 de febrero de 1893. En esos días se había iniciado la instalación de una máquina de desagüe en el fondo del pozo maestro. Para abrir hueco hicieron explosionar un barreno, lo que provocó una tremenda inundación de ácido carbónico que anegó el pozo y las galerias superiores hasta 50 metros. Las labores de rescate se extendieron hasta dos semanas, tiempo en el cual solo consiguieron recuperar 28 cuerpos de mineros fallecidos.
 En la actualidad, el paraje se ha convertido en un preciado tesoro para aquellas personas amantes de la fotografía, por su inusual apariencia y su peculiar belleza entre desolación.



lunes, 29 de agosto de 2016

ESTACIÓN DE VALLCARCA

 Entre la estación de Sitges y la de Garraf encontramos el antiguo apeadero de Vallcarca, situado en el punto kilométrico 647,9. Junto a él siguen pasando los trenes, pero ya no paran, pasan a gran velocidad perdiéndose en la oscuridad de los túneles que hay a ámbos lados.
  A principios del siglo XX, los principales usuarios de la estación fueron los trabajadores de la colonia industrial de Vallcarca. El 1903 la empresa Butsens y Fradera instaló una fábrica destinada a la extracción de piedra calcárea, y poco a poco se fue formando la colonia, que acabó disponiendo de todos los servicios que necesitaba para ser autosuficiente.
  Fueron varios los episodios trágicos que se presenciaron en aquellas inmediaciones, uno de ellos fue la epidemia de gripe que vivió la colonia en el año 1918 y que se cobró varias decenas de vidas.
  Durante la Guerra Civil, varios obreros se alistaron como milicianos de la FEI y las JONS, formando el Comité de Vallcarca, un grupo revolucionario que acabó fusilando a encargados de la fábrica en las mismas costas.
  La colonia desapareció en el transcurso de los años 60 para dar paso al crecimiento de la fábrica de cemento, que aún encontramos activa a día de hoy.
  La vieja estación de Vallcarca, permanece como único testigo de dicha historia, sus viejos cimientos ahora "tiemblan" con el paso de los trenes, los documentos yacen esparcidos por el suelo, sus paredes han sido "pasto" graffiteros y sus suelos y escaleras van quedando tapados poco a poco por el polvo de la cementera.



jueves, 7 de julio de 2016

La Iglesia del Diablo

Los primeros documentos de esta joya arquitectónica datan del siglo VII, se trata de una iglesia de estilo románico a la que, posteriormente, se le fueron
añadiendo elementos de estilo barroco.


sábado, 30 de abril de 2016

Can Munt

   Entramos en esta preciosa casa señorial que perteneció a una familia adinerada muy influyente en la industria catalana de mediados del siglo XX.
  La vivienda, pese a su deterioro, no deja de asombrarnos con sus numerosos detalles, dejando lugar a la imaginación para entrever lo que fue una vida ostentosa y llena de lujo entre sus paredes.
  En su exterior preside una gran fachada de estilo neoclásico con abundantes y grandes ventanales decorados, e incluso dos gárgolas que parecen vigías del acceso principal.
   Lo que fueron grandes jardines, estanques artificiales y una gran piscina en forma de riñón, ahora se presentan como una gran extensión de maleza y vegetación alta con difícil acceso.
  Ya dentro, aún se pueden apreciar algunos detalles del salón, como las molduras del techo donde colgaban las lámparas y la cara de expresión inquietante que decora la chimenea.
   En el piso superior encontramos un gran número de habitaciones que aparecen a lo largo de interminables pasillos, e incluso una pequeña capilla.